lunes, 10 de enero de 2011

Rally Dakar 2011

Con ocasión de este evento mundial, me surgen algunas reflexiones. Es interesante observar la relación e interacción del hombre consigo mismo, con sus congéneres y con la naturaleza.
Consigo mismo parece evidente el tema de la superación personal y el desafío de vencer las propias limitaciones y barreras.
Con los otros, la competición, como su nombre lo indica implica estar buscando mejores marcas siempre con vistas a superar a otro.
Con la naturaleza… es algo así como el desafío central, ya que justamente se eligen escenarios inhóspitos donde la capacidad de supervivencia se ponga de manifiesto, no es como una carrera común (que también tiene riesgos) sino una carrera donde constantemente hay factores naturales extremos, que atentan contra la integridad de los pilotos.
Pero, ¿qué pueden decir los taoístas de todo esto?
Bueno, abría que preguntarles a ellos. Sin embargo hay algunas cosas que se pueden aprender de sus escritos.
Lo primero que se puede ver es el planteo del conflicto como forma de afirmación propia, de sí mismo, incluso de construcción de sí mismo. Esto es una característica social general, no del rally en especial. Pero sin embargo, no deja de sorprender a la mirada taoísta. El conflicto es inherente a la vida, pero la manera en que nos ubicamos frente a él es lo que marcará la diferencia.
Los taoístas han desarrollado la teoría de la complementación de los opuestos, y en la medida en que mejor se da esa complementación, mayor productividad y creatividad se puede manifestar. Así, la empresa basada en la competición de los empleados ha sido un credo sacrosanto, pero paradigmas contemporáneos muestran que se puede ganar más con la colaboración entre los empleados, y también entre los distintos puestos jerárquicos. Es por esto plantear tres niveles de conflicto voluntariamente (no por el devenir de la vida) es algo sorprendente desde la óptica taoísta, y pretender sobrellevar la situación estimulando y profundizando ese conflicto, fricción y violencia… bueno, aparece como una acción propia de algún tipo de enfermedad mental.
No pretende ser este un escrito contra el rally Dakar ni contra cualquier deporte, pero sí contra el paradigma subyacente que remarca la diferencia del ser humano consigo mismo, con sus pares y con la naturaleza. Si en el otro (cualquiera de estos tres) algo a vencer y dominar, y no algo a integrar y con lo cual integrarse, el paradigma de la lucha, en lugar del paradigma del fluir creativo.
Esto hace que sea cual sea el resultado de la competencia, cada cual terminará o lastimado (en su cuerpo o amor propio) o con alguna cualidad ganada en dicho conflicto (como mayor resistencia o fuerza), sin embargo se pierde posibilidades infinitamente mayores de desarrollo a partir de la integración y asimilación de las múltiples energías puestas en juego en cualquier evento humano y natural, perdiéndose la posibilidad de asimilarse las fuerzas naturales del desierto, la montaña, la selva, los otros seres humanos, etc. Todo lo cual daría como resultado un desarrollo mucho mayor que un poco más de fuerza y resistencia. Podría incluso generar la sabiduría creativa puesta de manifiesto en el Tao de la adaptabilidad y cocreación de la realidad en circunstancias extremas.

jueves, 6 de enero de 2011

Los órganos y las emociones

Los taoístas tienen una enseñanza muy interesante, y es que en el Universo existen cinco elementos. O mejor llamados, cinco fases, por ser las fases del ciclo del Qi. Cada una de estas fases o elementos da origen y desarrolla multiplicidad de cosas. Por eso se da una correlación entre estos elementos y colores, estaciones, órganos, etc.
Lo que nos interesa ahora, para introducir una meditación particular, es la relación y correspondencia entre los elementos, los órganos, los colores y las emociones. Esto es así porque la meditación que presentaremos en un próximos post tiene por objeto mejorar la salud liberando las tensiones emocionales acumuladas en los órganos particulares. Un problema por demás frecuente en estos días donde se vive tan artificialmente y donde hay poca cultura emocional y poca madurez para el trato interpersonal.
Elemento
Organo
Color
Emoción
Metal
Pulmones
Blanco
Ansiedad, pena
Agua
Riñones
Azul oscuro o negro
Miedo
Madera
Hígado
Verde
Ira
Fuego
Corazón
Rojo
Nerviosismo
Tierra
Bazo
Amarillo
Cavilación

De manera muy esquemática podemos ver que el miedo afecta al qi de los riñones, afectando a los mismos, y luego a la función sexual y a la vitalidad original. El nerviosismo afecta al qi del corazón y a dicho órgano y la ira al hígado, el cual repercute en el corazón. Las repercusiones se deben al ciclo de generación de un elemento por otro, por ahora no será necesario entrar en esos detalles, pero es suficiente notar qué emociones afectan a los órganos, pues sus contrarias también los ayudan.
Esta enseñanza nos muestra lo avanzados que estaban los taoístas en lo referido a la medicina psicosomática y cómo idearon métodos efectivos para la cura de dichas enfermedades, casi como si se hubieran adelantado algunos milenios a nuestra época tan caracterizada por cómo la mente afecta al cuerpo.

martes, 4 de enero de 2011

The Way

A way of thousand miles begins with the first step.
Lao Zi
The first step in the daoist practice is last too: being in harmony with the dynamic Wholeness,  with the Dao.
Surely, there are levels of practice, but the key note, the conducting thread along the Way (Dao) is this harmony with the Whole.
However, there is no division between the whole and oneself, because of the believing in this separateness, disharmony is produced, and practice becomes mandatory. Otherwise, if there was no self-delusion, we would be simply and directly being, and that state of being would be integral, the Dao itself.
There would be no necessity of effort, of practice, of ambition.