domingo, 17 de octubre de 2010

Vacuidad práctica

El Dao habita la Vacuidad.
Zhuang Zi, IV, 3.
Esta frase de Zhuang Zi que constituye el lema y nombre de este blog no es sólo una declaración metafísica, sino que tiene profundas implicaciones prácticas. Los taoístas la utilizan en sus ejercicios tanto de meditación (zuowang) como respiratorios (qi gong). Inclusive la vertiente religiosa del taoísmo (daojiao) la utiliza en sus rituales mágicos más elevados.
     Es el resumen del ayuno del corazón, práctica profunda, compleja, esotérica, y sencilla a la vez. Es esotérica en su más místico sentido ya que si bien puede darse a conocer, su logro, su advenimiento es una experiencia interna, intransmisible e inefable.


El Vacío, potencia de todo.

Práctica 
Para llevarla a la práctica, los taoístas idearon la visualización del vacío, así, al comenzar los ejercicios respiratorios, hemos de conectarnos con el Vacío dentro nuestro, tratar de sentir espacio dentro del cuerpo, para que la respiración pueda fluir sin impedimentos ni bloqueos. El Vacío no es la nada, no es negación, sin embargo es Vacío o Vacuidad, es Espacio.
Así como el Dao habita la Vacuidad, si generamos la Vacuidad en nuestro cuerpo puede manifestarse la energía primordial (hunyuan qi). Y nos libera del condicionamiento del cuerpo de carne (llamado cadáver en la terminología taoísta) permitiéndonos sintonizarnos con la dimensión universal del qi.

En la Meditación
La meditación superior en el taoísmo se llama zuowang, o sentarse en olvido. Olvido de las proyecciones, las fantasías, los condicionamientos, en definitiva, del ego. Habitar un estado de alertidad y atención.
De ahí que hay que hacer vacío, espacio, dejando a un lado el ego se hace espacio y ese espacio que es la alertidad incondicionada es lo que invita al Tao a morar en la mente y percepción. Por eso es ayuno del corazón, la mente deja de tener el alimento turbio de la fantasía y reposa y entra en el estado de serenidad, invitando al Dao que al no tener obstáculo encontrará el ámbito para morar en el corazón (xin).

Adepto taoísta meditando, El Secreto de la Flor Dorada

sábado, 16 de octubre de 2010

Alimentación Taoísta I

Nos proponemos comenzar una serie de posts introductorios sobre la alimentación taoísta, sus cualidades terapéuticas, características, la relación de los cinco elementos y la alimentación, etc.
La aproximación taoísta a la alimentación es variada, desde los enfoque éticos, en los que se destaca la necesidad del vegetarianismo bajo el precepto de no herir a ningún ser viviente, hasta las recomendaciones detalladas de qué comer y en qué circunstancias con objeto de estimular alguno de los cinco elementos en vistas a un logro espiritual o terapéutico.
El vegetarianismo
El primer enfoque que abordaremos es el del vegetarianismo. El taoísmo, al igual que otras escuelas de cultivo interior, fundamenta su práctica en el precepto de no dañar a ningún ser viviente, en especial aquellos que poseen grados complejos de sensibilidad (como los animales). La alimentación es un aspecto más de la práctica, y no algo separado de ella. Especialmente en el taoísmo ya que el principio fundamental es que el ser humano es uno, aunque diferenciado, del medio ambiente en el que habita. Y debido a que dentro de lo diferenciado existe el dinamismo y la interacción entre las fuerzas opuestas, el ser humano que busca su cultivo debe hacer que el interjuego de las fuerzas sea armónico y equilibrado, es decir, siga el patrón o esquema del Tao. En cuanto se aparta de ese patrón, diseño o plan, comienza el conflicto, y con el conflicto el decaimiento y la muerte. El practicante de Tao busca llegar a la armonía y mantenerla para poder seguir el fluir dinámico de la vida, único camino que permite la inmortalidad, una de las metas de los antiguos taoístas.
En vistas de lo anterior es que no sólo se prohíbe comer carne, sino que se estimula el actuar compasivo y amoroso para con todo ser viviente. Dos ejemplos nos mostrarán esta actitud. El primero de ellos es clásico y pertenece al Canon Ortodoxo, texto 179, Tratado sobre los Diez Preceptos para novicios… , y dice así:
El tercer precepto: no matar animales para alimento, en lugar de eso, debemos ser benévolos con todos, incluyendo insectos y gusanos.
第三戒者,不得殺害含生以充滋味,當行慈惠以及昆蟲。
De esta manera podemos ver que hasta algo pequeño (como un gusano o un insecto) merece benevolencia. Esta actitud claramente recuerda a los jainistas. Sin embargo no es rara en el taoísmo si tenemos en cuenta sus raíces chamánicas, al decir de los sinólogos, dando a entender que tiene orígenes prehistóricos previos a toda religión institucionalizada y escolastizada.
El segundo ejemplo es un eco moderno, de la escuela difundida por Stan Rosenthal, el Zen Tao, y dice así: Ten compasión por todos los seres sintientes no causándoles innecesarias heridas ni inútil daño (Canción del Chan Tao Chia).
Sin embargo, y he aquí lo interesante, este proceder ha de darse dentro de un marco psicológico, dentro de una actitud de vida integral, algo –por otro lado- esencial en el taoísmo. Una actitud esencial del ser humano, un estado de ser más que un hacer. Veamos el texto 18 (Clásico de los Cuarenta y Nueve capítulos del Señor Celestial…) del Canon:
Por lo tanto, deberías cortar la raíz del deseo, entrar en el puro y tranquilo estado, no hacer sufrir a ningún ser viviente, no cometer ningún mal, no engañar y no dejar surgir ningún mal desde tu corazón.
子當割嗜欲根,入清淨境,無作諸苦,無造諸惡,無生諸見,無起諸邪。
El vegetarianismo entra aquí dentro de una actitud general ética, cuyo precepto primero es cortar todo deseo, con su resultado inmediato de entrar en la tranquilidad, o estado de percepción y atención, de alertidad. Por supuesto, todo otra actitud, como la de desear (en el caso de un monje, pero tener deseos inmoderados en el caso de un ser humano en el mundo), o causar daño, o engañar, son todas actitudes que contribuyen a generar mal y daño en el ambiente y en uno mismo, provocando un desequilibrio entre el yin y yang., desequilibrio que lleva a quebrantar la salud, hacer difícil el estado de tranquilidad y, en definitiva, a lograr la armonía con el Tao.
Finalmente, podemos terminar este primer post con las razones referidas a la salud y en cierto sentido, los motivos espirituales y energéticos que llevan a evitar la ingestión de carne. Veamos otro pasaje del texto 18:
En el cuerpo de quien come carne los tres palacios son túrbidos, y las seis vísceras están contaminadas, los espíritus oscuros de los cuerpos muertos (que él come) son excitantes y desarrollados, y siempre están dispuestos a guiarlo al palacio de la muerte.
Efectivamente, en la cosmovisión de los taoístas, las energías sutiles son llamadas espíritus (como decía Descartes) y las energías de los cadáveres cadaverizan el cuerpo de quien los consume, volviendo turbio si qi y los órganos que lo almacenan y lo administran. El problema de esto es que dichos órganos pierden el potencial de transmutar sus energías y manifestar facultades superiores asociadas con su elemento natural o su qi particular. Siendo los Tres Palacios los encargados de las operaciones alquímicas, si se encuentran en mal estado, no será posible el proceso de ascenso espiritual y regeneración humana (tanto psicológica como fisiológica).

lunes, 4 de octubre de 2010

Raúl Taibo, un famoso con un estilo de vida natural

Me sorprendí gratamente al leer hoy una nota sobre Raúl Taibo en Yahoo Espectáculos. Dejo el link al final para quienes quieran leerla completa.
La sorpresa se debe mayormente a la sincronicidad que todo lo une armoniosamente pues ayer mismo publicaba una entrada referida a la armonía con la naturaleza.
Veamos que nos dice Raúl Taibo:
"Tuve que sanarme de varias cosas y por eso decidí cambiar totalmente mi estilo de vida; hoy mi filosofía es la conexión con la naturaleza"
Acá se ve la fuerza sanadora de la conexión con la naturaleza. Y de manera indirecta la fuerza enfermadora de la separación con la naturaleza. Abrirse a los ciclos naturales y permanecer en armonía con los diferentes elementos naturales permite que nuestro propio ser tenga fuerza y capacidad para regenerarse y mantenerse activo, vital y juvenil. Ya no dependemos de nuestra propia fuerza sino que tenemos la fuerza cósmica que nos asiste y cura.
De hecho, cuando estamos desbalanceados y enfermos, los elementos naturales podrán poner armonía y orden dentro de nosotros y ayudar a la medicina completar una sanación o si no se ha llegado a una enfermedad propiamente dicha, nos ayudarán a evitarla. Pero para esto último hay que cultivar la sensibilidad y el escuchar al cuerpo.


En otra parte de la nota dice:
"Tengo una filosofía de vida que respeta la Tierra y rechaza a la civilización bárbara. La clave es la conexión con la naturaleza"
El respeto es fundamental para la armonía y unificación. Muchos practicantes de Qi Gong y de Dao, comienzan con motivaciones personales fuertes, y eso lo trasladan a su relación con la naturaleza, dando por resultado que sólo quieren explotarla, pero en un nivel espiritual. Esto no contribuye a la verdadera unión con la naturaleza, de hecho, es la misma actitud que provoca la destrucción de la misma. De ahí la importancia del respeto, el agradecimiento y poder adaptarse a los ritmos naturales, no imponer el propio.
Les dejo el link para que lean la nota:

http://ar.entertainment.yahoo.com/01102010/30/entretenimiento-escandalos-romances-mediaticos-raul-taibo.html

domingo, 3 de octubre de 2010

La fuerza de los elementos

Una de las herramientas básicas del taoísmo es la unión con la naturaleza.
Y una de las herramientas de la “civilización” moderna es la separación de la naturaleza.
Sin embargo, los elementos naturales tienen toda la fuerza germinal y vital en ellos. Con sólo abrirnos a ellos podemos absorberla, o mejor dicho, no ponerle obstáculos a su libre flujo a través nuestro. Lo cual es como si la asimiláramos porque ese es el verdadero proceso de cargarse, de alimentarse de la naturaleza.
A lo largo de la historia, los daoístas han desarrollado diversas técnicas de qi gong para asimilar y almacenar la energía (qi) de los diversos elementos. Iremos explorando paulatinamente varias de ellas.
Pero por ahora es importante remarcar la importancia de la vida al aire libre, entre la vegetación, al sol, al agua, cerca de la tierra. Y para que el intercambio sea óptimo la actitud interna es fundamental, tenemos que estar abiertos al gozo de los elementos y su poder, agradecidos por su poder revivificante y con la mente estable, en serenidad, en su estado natural, para experimentar la unión y armonía con el Dao de manera completa.


Taoísta practicando la sintonización con el Qi del Sol.
Del libro Chinese Healing Exercises, The Tradition of Daoyin, Livia Kohn, University of Hawa’I Press, Honolulu, 2008, p.117.

sábado, 2 de octubre de 2010

El Camino

Un camino de mil millas comienza con el primer paso.
Lao Zi

El primer paso en la práctica taoísta es también el último: estar en armonía con la Totalidad en movimiento, con el Dao (tao).
Por supuesto, hay niveles dentro de la práctica, pero la nota fundamental, el hilo conductor a todo lo largo del Sendero (del Tao) es esta armonía con el todo.
Sin embargo, no hay separación entre el todo y uno mismo, debido a creer en esa separación es que se produce la desarmonía y es necesario practicar. De lo contrario, de no haber ese autoengaño, simple y directamente seríamos, y nuestro estado de ser sería él mismo total, Dao.
            No habría necesidad de esfuerzo, de práctica, de ambición.